¿Alguna vez te has puesto a pensar lo afortunada o afortunado que eres por poder moverte?
Todos los seres vivos tenemos algo en común: somos energía, tal como lo planteo Antoine-Laurent Lavoisier "La energía no se crea ni se destruye, se transforma" y parte de transformarla es recargarla a través del movimiento, un cuerpo vivo que no se mueve es un cuerpo que segundo a segundo está estancando su energía vital manifestándolo de la peor manera en enfermedades físicas y mentales.
A medida que la globalización y la cultura de la inmediatez nos ha "facilitado la vida", la necesidad de movernos se ha reducido al punto que gran parte de la población siente reducida y atrofiada la capacidad visual, muscular, articular y el incremento de enfermedades mentales como la depresión, el estrés y la ansiedad.
Si bien es cierto que el mismo caos y ritmo de vida actual (completamente acelerado) toma cada vez más terreno del que teníamos antes destinado a cuidar nuestra salud, el simple hecho de tener un cuerpo con posibilidad de movimiento es un gran privilegio que no merece ser desperdiciado.
Hablar de movimiento suele ser incomodo, mucha gente asocia movimiento y ejercicio con trotar, ir a un gimnasio, inducir procesos de perdida de peso, tallas y la búsqueda de resultados visibles y estéticamente aceptables, pero es momento de deconstruir el prejuicio sobre moverse entendiendo que es tan necesario y vital como es alimentarse, hidratarse y optar por decisiones que permitan preservar la calidad de vida. Cosas tan básicas como caminar más, usar las escaleras, hacer pausas activas que incluyan estiramientos durante el día, hacer una rutina de movilidad al despertarse ¡también cuentan, también son valiosas y también nuestro cuerpo lo va a agradecer!.
El mensaje más importante que te quiero compartir en este blog es la importancia y el privilegio que es habitar un cuerpo que pueda moverse. El hecho que puedas decidir los movimientos que quieres hacer, a donde ir y cómo disfrutar de tu cuerpo te hacen un ser afortunado, por eso no vale la pena que desgastes tu energía asociando movimiento con una talla sino con la fortuna que tienes al poder hacerlo.
Dicho esto te comparto aquí tres tips para que empieces a implementar el movimiento en tu rutina y lo veas reflejado en la energía de tu cuerpo:
1. Cuida tus articulaciones y músculos antes, durante y después de moverte
Técnicas como estiramientos controlados, yoga básico, ejercicios de respiración, meditación y una suplementación adecuada son claves y muy fáciles de implementar.
Incluir dentro de tu nutrición suplementos como el colágeno hidrolizado permite que se creen bloques de aminoácidos en la piel mejorando la elasticidad y calidad de la misma, al ser una proteína permite que tus músculos estén preparados para el movimiento dándote mayor confort y rendimiento durante el día cuidando al mismo tiempo tus articulaciones reduciendo dolor tanto articular como muscular y permitiéndote una recuperación adecuada post movimiento, incluso puede ayudarte en procesos de cicatrización en pre y post operatorios.
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Escoge siempre una fuente de colágeno idónea y en la cantidad adecuada de acuerdo con tus requerimientos, que no tenga sabor, endulzantes, azúcar, maltodextrina ni rendidores. Effekt te ofrece el mejor colágeno hidrolizado y el más limpio de Colombia garantizando que en cada scoop tienes la cantidad requerida por tu cuerpo (10 gr de colágeno puro).
2. Estira tu cuerpo
Aunque adoptar un nuevo hábito requiere de tiempo, constancia y paciencia empezar con estiramientos suaves en la mañana le dará a tu cuerpo y tu mente ese boost de energía para empezar tu día con mejor actitud.
3. Explora actividades que realmente te gusten
El hecho de que todos troten no significa que tu tienes que trotar, si te gusta caminar, bailar, hacer yoga o cualquier tipo de actividad que te implique movimiento cuenta, no lo subestimes y ve implementando progresivamente actividades que realmente te hagan feliz.
Entonces no esperes más, aprovecha y disfruta tu cuerpo, el privilegio de habitarlo y de moverte.